SAD

El Salmón Abogado del Diablo (SAD) es una especie de lo más curiosa. Rebelde por naturaleza, el SAD no solo desobedece absolutamente todo aquello que no podría acarrearle consecuencias demasiado graves, sino que además le gusta defender lo indefendible. SAD es tan rebelde, que no se obedece ni si mismo, a veces, incluso se contradice. 

Generalmente, pulula por foros de internet, por todo aquello que haya en la red que permita escribir una opinión sobre lo que sea. "Disfruta" estando en el bando menos popular, si una conversación fluye por un sentido, un SAD nadará contra ese sentido.

A un SAD no le importan cosas como la popularidad, la vergüenza o la opinión ajena, Internet es el mejor lugar para camuflarse, para tirar la piedra y esconder la mano. Odia las masas, pero se mueve dentro de ellas para no ser visto. 

Lo único que quiere un SAD es ser el único. Cuando alguien se detiene unos minutos a observar un SAD,  no sabría decir si realmente está nadando a contracorriente o es la corriente la que fluye contra él.

Viñetas para reflexionar. #2

Hace unas semanas, me dio por releerme el manga de Berserk desde el principio. Casi había olvidado lo genial del manga, la evolución del dibujo de Kentaro Miura y, lo más importante, una inmensa cantidad de citas filosóficas que me pueden venir al pelo y que ya había olvidado. Sobre la que voy a reflexionar hoy, es una de las citas que más me impactaron en su momento. En el manga, Guts la utiliza en un contexto algo específico, en el arco de la retribución, el más oscuro y violento en el que Guts perseguía sin rumbo a los miembros de la mano divina sediento de venganza, una sed ante la que no le podía detener nadie que se le interpusiera. 

En este caso, vamos a ignorar el contexto de odio y rencor de la viñeta y voy a centrarme en la frase de la viñeta.
Esta cita aparece en el Tomo 1 de Berserk. Serie actualmente licenciada en España por EDT (la vieja  Glénat)

A veces pensamos en otras personas a la hora de hacer algo, pensamos demasiado en los demás y eso nos puede detener o retrasar en aquello que queremos hacer. Le damos una excesiva importancia a los demás hasta el punto en que muchas veces, con eso de pensar en los demás, nos olvidamos de satisfacernos a nosotros mismos y acabamos posponiendo nuestras prioridades en base al resto de personas de tu entorno. No quiero decir con esto que debamos siempre pasar por encima de quien sea con tal de satisfacer nuestros deseos Griffith discrepa, pero si que es cierto que muchas veces en las que tenemos que elegir entre nosotros mismos/as  y las demás personas, la mejor opción para nuestro propio bien es nosotros mismos/as.

La moraleja que saco de esto es que no podemos preocuparnos por todo ni tenerlo todo en cuenta, porque si tuviésemos que mirar a qué o a quién afectamos con cada paso que damos, no podríamos ni caminar.

llamadme quejica, porque es lo que soy #6: falsity en los reality.

Saludos, amigos y amigas de mis pataletas, aquí estamos, una semana más en el fascinante mundo de las quejas mis quejas.

Uno de esos muchos días de aburrimiento en verano, me sorprendí a mí mismo observando uno de estos programas que consiste en coger a un grupo gente y meterla en un espacio concreto rodeado de cámaras. La mecánica es más o menos la misma en casi todos estos programas que entran en el género del "reality" entrecomillo lo de reality porque dicho adjetivo que significa "realidad" en inglés se pone en tela de juicio cuando analizamos a las personas (personajes) que se prestan a estos odiosos programas.

Estos personajes suelen ser personas normales, o casi normales que deciden entrar en el concurso por la pasta, si dice otra cosa, miente, nadie va a un concurso a divertirse. Estas personas casi normales, se convierten en completos imbéciles más aun, si cabe, cuyo objetivo es pretender caer bien a la audiencia o quien sea el que tenga que decidir su permanencia en estos programas, para poder ganar el premio. Estas personas ya saben como funciona un reality así que asumen uno de los manidos papeles de personaje de reality y actúa penosamente para sobrevivir en este territorio.
 
Es altamente probable que haya muchos más personajes que los que a continuación voy a enumerar, pero comprended, mis queridos lectores, que no soy un experto en la materia. Los personajes más tipicos que he podido etiquetar y aislar son los siguientes:

1.- El Filósofo. Este personaje tiene en su haber todo el archivo de citas célebres de la historia, pero nunca dice que pertenecen a otras personas ni cita a sus autores. Cada una de las frases que dice mirando a la cámara, cada vez que hable de sí mismo, o dé un consejo a sus compañeros, lo hará con una frase lapidaria que no admite revisión ni contextualización. El filósofo es muy consciente de que todo lo que diga quedará guardado en las cámaras para la posteridad, así que se asegura muy bien de que cada cosa que diga sea recordado por la historia de la telebasura. Suelen dejar un dramático silencio tras citar una de sus citas para darle a sus interlocutores un momento de reflexión mientras se rodea a sí mismo de un halo de mística sabiduría, la cual no concuerda nada con sus acciones en el programa.

2.- La Estrella. Es uno de los personajes que no falla casi nunca en estos programas. Se caracterizan por su egocentrismo su exacerbada autoestima. Suele prometer que va a darle marcha de la buena entre sus compañeros y emite ondas-chachi desde el primer día. Estas estrellas no suelen brillar demasiado tiempo porque no solo apagan su marcha enseguida, si no que no cumplen con sus promesas festivas. Terminan siendo unos petardos y unos notas. Al final del programa, este personaje sigue pensando que es una estrella, cosa que tan solo es respaldada por su madre, familiares y/o vecinos.

3.- El/la Llorón/a. Especialmente recalcitrante personaje que se dedica a deprimirse y/o llorar en las esquinas por todo. Suele acaparar la atención de los que lo rodean y es un autentico coñazo. Son histriónicos hasta la médula y extremadamente sensibles a la opinión de sus semejantes. Suelen protagonizar auténticos dramas donde su autocompasión y una leve resistencia a los ánimos que ofrecen sus preocupados compañeros llega a los límites más enervantes.

4.- El/la Furioso/a. Son casi como El/la Llorón/a solo que en lugar de deprimirse y lloriquear, se enfadan, gritan y a veces pueden llegar a las manos. Por regla general acaban siendo expulsados del programa para asegurar la supervivencia de sus compañeros. Son muy amigos gritar histéricamente por cualquier cosa. Suelen ser muy violentos y egocéntricos. Algunos furiosos reaccionan ante el odio de sus congéneres reafirmando su postura, reiterando su justificación para actuar violentamente o convirtiéndose levemente en un/a Llorón/a, momentos en los que actúa cual mártir incomprendido que defiende una causa legitima y que es injustamente acusado.

5.- El/la Malo/a. Este tipo de personaje es una adaptación de uno de los personajes del "Pressing Catch". El Malo es un personaje pérfido, frío y calculador, pero nada discreto, por lo que rápidamente es marginado y repudiado por sus compañeros y la audiencia. Suele ser maquiavelico e inmoral y gusta de sembrar la discordia entre sus compañeros a través de comentarios maliciosos, malentendidos y rumores. Este personaje no le tiene cuentas a nadie, todo lo que hace está perfectamente justificado y tiene un fin que va más allá de nuestra comprensión, cosa que hace que malinterpretemos sus acciones como maldades.

Partiendo de la base de que todos los que van a esta clase de programa son idiotas integrales, podemos deducir que en la mayoría de los casos uno de los idiotas que entre en uno de estos programas asumirá un papel, que suele ser una versión exagerada y sobreactuada de si mismo en el minuto cero que una cámara los enfoque. Esta sociedad se ha criado viendo unos patrones de conducta artificiales en la tele que asume inmediatamente cuando sabe que está siendo grabado.

Cada vez que veo un programa así, clasifico inmediatamente a los personajes, veo como cumplen mis bajas expectativas, apago la tele, cierro los ojos y me aprieto los párpados con el pulgar y el índice sintiendo que algo ha muerto en mí y en este mundo que me decepciona más a menudo de lo que me alegra.

Binbougami Ga! más ligera que el aire.


Muchos son los títulos que escucho en cada temporada de anime, así como muchos son los que se me pasan por alto. Éste en particular habría sido uno de esos de no haber sido por una persona que me enseñó el primer episodio. Así que le debo ya dos cosas, enseñarme un anime tan divertido y haberme puesto en bandeja el post de esta semana. Sin más que decir os dejo con una muy breve reseña.


¿De que va?



Binbougami Ga! Nos cuenta la historia de una chica llamada Ichiko, la cual siempre ha sido bastante afortunada, debido a una extraña habilidad que hace que succione la suerte de su alrededor. Esto causa un desequilibrio bastante malo para el mundo y para la gente que pasa mucho tiempo a su lado. Por suerte, la cosa tiene remedio, y le toca a Momiji, la diosa de la desgracia quitarle el exceso de suerte para recobrar el equilibrio del mundo. Ichiko, evidentemente, no se lo pondrá nada fácil, y teniendo en cuenta la suerte de la diosa de la desgracia, las risas están aseguradas.


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HEAVEN OR HELL


Parte de su gracia radica en algunas parodias. de otros animes


(+)Razones para verla: La serie es muy divertida, y promete desde el primer episodio. Ichiko es muy tsundere, pero no hasta el punto de querer darle un puñetazo en los morros, cosa que, habiendo visto La prota de Oreimo, es de agradecer. Lo mejor de todo es que la serie ha sabido muy bien dónde meter humor, cuándo cambiar el tono y cuándo poner las cosas serias, cosa que no baja el buen clima que transmite.

(-)Razones para NO verla: Lamentablemente, a medida que ves que la serie va llegando a su fin te das cuenta de que muchas promesas no se van a cumplir por falta de episodios, cosa que podría arreglarse con el manga, pero a ver quién es el guapo que tiene tiempo. Y no solo el hecho de que parezca que muchas cosas se hayan quedado en el aire sino porque no parece que vaya a haber una segunda temporada y al final de la serie no se soluciona absolutamente nada. Entiendo que puedan existir finales abiertos, pero una cosa es dejar un final abierto y otra es recogerlo todo y pirarse por donde se ha venido.


 Pasemos al veredicto final. En un alarde de generosidad y positivismo, le doy a esta serie un 6/10. Un 6/10 representa que la serie está bien, no es algo por lo que perdería el culo a la hora de recomendar series, pero tampoco trataría de disuadir a quien quisiera echarle las cuatro horas y pico que te llevaría verlo. Además, he detectado demasiadas razones para no verla para considerar siquiera que llegue al notable más bajo (7/10). por otra parte, siendo más positivos, tampoco le habría bajado del 6/10 porque el humor que desprende, lo bonito que es todo y que los singles del opening y el ending me encantaron. Podemos decir que los 4 puntos que la separan del 10/10 se han ido volando con cosas como la sensación de incompleto que te deja, por el final, y por ese segmento especial que ponían al final de cada episodio, que amargaba lo que hubieses disfrutado del episodio, y por que la trama, en general, podría perfectamente haber tenido un principio y un final con los ingredientes que ofrecía el anime, y que sin embargo nos dejan a medias para que quieras llenar ese vacío con un manga que lleva publicándose desde 2008, el cual tiene toda la pinta de acabar cuando los lectores se aburran, al más puro estilo Jump.