Viñetas para reflexionar. #2

Hace unas semanas, me dio por releerme el manga de Berserk desde el principio. Casi había olvidado lo genial del manga, la evolución del dibujo de Kentaro Miura y, lo más importante, una inmensa cantidad de citas filosóficas que me pueden venir al pelo y que ya había olvidado. Sobre la que voy a reflexionar hoy, es una de las citas que más me impactaron en su momento. En el manga, Guts la utiliza en un contexto algo específico, en el arco de la retribución, el más oscuro y violento en el que Guts perseguía sin rumbo a los miembros de la mano divina sediento de venganza, una sed ante la que no le podía detener nadie que se le interpusiera. 

En este caso, vamos a ignorar el contexto de odio y rencor de la viñeta y voy a centrarme en la frase de la viñeta.
Esta cita aparece en el Tomo 1 de Berserk. Serie actualmente licenciada en España por EDT (la vieja  Glénat)

A veces pensamos en otras personas a la hora de hacer algo, pensamos demasiado en los demás y eso nos puede detener o retrasar en aquello que queremos hacer. Le damos una excesiva importancia a los demás hasta el punto en que muchas veces, con eso de pensar en los demás, nos olvidamos de satisfacernos a nosotros mismos y acabamos posponiendo nuestras prioridades en base al resto de personas de tu entorno. No quiero decir con esto que debamos siempre pasar por encima de quien sea con tal de satisfacer nuestros deseos Griffith discrepa, pero si que es cierto que muchas veces en las que tenemos que elegir entre nosotros mismos/as  y las demás personas, la mejor opción para nuestro propio bien es nosotros mismos/as.

La moraleja que saco de esto es que no podemos preocuparnos por todo ni tenerlo todo en cuenta, porque si tuviésemos que mirar a qué o a quién afectamos con cada paso que damos, no podríamos ni caminar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy cierto. A veces para poder vivir cmo deseas debes olvidarte de lo que a otros conviene, sobre todo cuando te das cuenta de que pocos se preocupan de lo que realmente es mejor para ti mismo.

Es muy duro vivir en la generosidad cuando todos a tu alrededor son unos puñeteros egoistas.